Este librito no contiene palabras de hombres, sino de Dios mismo, autor de las Sagradas Escrituras, de donde el padre Javier Lercari las espigó. ¡Palabra de Dios!, puede decirse al final de cada meditación, una para cada día del Mes Eucarístico: Preparaciones, Aspiraciones y Acciones de gracias en la recepción de la Santísima Eucaristía. "Este mes será para vosotros comienzo de los meses; primero de los meses del año será para vosotros" (Ex 12,2).